lunes, 26 de diciembre de 2011

Creo en mi corazón, ramo de aromas...

1 comentario:

  1. Creo en mi corazón, ramo de aromas
    que mi Señor como una fronda agita,
    perfumando de amor toda la vida
    y haciéndola bendita.

    Creo en mi corazón, el que no pide
    nada porque es capaz del sumo ensueño
    y abraza en el ensueño lo creado:
    ¡inmenso dueño!

    Creo en mi corazón, que cuando canta
    hunde en el Dios profundo el franco herido,
    para subir de la piscina viva
    recién nacido

    Creo en mi corazón, el que tremola
    porque lo hizo el que turbó los mares,
    y en el que da la Vida orquestaciones
    como de pleamares.

    Creo en mi corazón, el que yo exprimo
    para teñir el lienzo de la vida
    de rojez o palor y que le ha hecho
    veste encendida.

    Creo en mi corazón, el que en la siembra
    por el surco sin fin fue acrecentando.
    Creo en mi corazón, siempre vertido,
    pero nunca vaciado.

    Creo en mi corazón, en que el gusano
    no ha de morder, pues mellará a la muerte;
    creo en mi corazón, el reclinado
    en el pecho de Dios terrible y fuerte.

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