martes, 19 de julio de 2011

VIENTO Y TIEMPO



Tantos momentos de felicidad,
tantos momentos de pasión,
tantos momentos de imaginación
y tantos bellos momentos que extraño.

De dejarle al viento que sople
y al tiempo que crucifique
porque hoy el viento está soplando
y el tiempo está crucificando.

Que rompería esquemas para sólo,
poderte contemplar,
ante la esperanza del tiempo
en algún día poderte besar.

Pero esta locura,
llama a la tristeza como su amiga.
Es una locura triste,
mirar el reloj y no estas.

De dejarle al viento que sople
y al tiempo que crucifique
porque hoy el viento está soplando
y el tiempo está crucificando.


En mirar el reloj minuto a minuto,
como a cada segundo,
que implica más en lo cierto
en ser contundente
de pasar por los latidos del corazón

de recordar aquellos días
en estar sobre el cielo verde
y bajo el cielo azul.

Pero el anhelo abraza fuerte
a estos enlagunados ojos
de sólo verte
aunque sea pasar
como un águila en el aire.
De dejarle al viento que sople
y al tiempo que crucifique
porque hoy el viento está soplando
y el tiempo está crucificando.

Sentirme como un arbol
con las ultimas hojas
en esta estación
en estos días
en estas horas
en este maldito y bendito tiempo.

De extrañarte tanto
y hacer nada por no extrañarte
en sentirme deshabitado
del aire de tu cuerpo
y de tus manos

manos que acarician
y saben hacer burbujas
de estrellas
en los caminos que nunca
terminaran.

Ojala que la maestra soledad
se apiade de este pobre aprendiz
ya que por estos días
sería un mero aprendiz
de la soledad.

De dejarle al viento que sople
y al tiempo que crucifique
porque hoy el viento está soplando
y el tiempo está crucificando.

De mirarte y mirarme a la vez
no podría disfrutar
de esta soledad
tan concurrida


que al momento en que acercaste
tus a labios a los míos
tus brazos a mi cuerpo
y yo a los tuyos

te llevaste con nuestros besos
todo el aire con el cual nací
es decir, por tu amor
lo has llevado mi vida.

De dejarle al viento que sople
y al tiempo que crucifique
porque hoy el viento está soplando
y el tiempo está crucificando.

Condenándome en que,
te extraño tanto
te amo tanto
pero,
te extraño amando
y te amo extrañando.

Que el viento sople
Un Te Amo
Y el tiempo
a cada minuto
te lo susurre.

(<Juan Alberto Castañeda Méndez>)